Llega tu bebé… ¡una auténtica revolución!
Y estas tardes de otoño en casa, al abrigo del hogar… ¡dulce hogar!
Pero… ¿lo tienes todo en orden? Y con esto no nos referimos a si cada cosa está en su sitio (que entendemos es sumamente difícil…)
Hablamos de seguridad. Porque la seguridad de tu hijo es sin duda una de las cosas más importantes del mundo, sobre todo en casa.
Hoy te traemos unos cuantos consejos para que no se te pase nada por alto.
- Asegúrate de tener un buen sistema de seguridad en las cerraduras de tus ventanas.
- Protege las esquinas: de los bordes de paredes, de las encimeras y muebles… Estarás más tranquilo sabiendo que tus hijos no se golpearán la cabeza.
- Esconde las sustancias peligrosas: medicamentos, productos de limpieza, tabaco, mecheros… deben colocarse en sitios que sean inaccesibles para los niños como en armarios cerrados con llave o zonas altas.
- Ojo con los escalones! De tenerlos en zonas del hogar, opta por puertas de seguridad… y ¡no te olvides de cerrarlas!
- Protege enchufes: todo un clásico.
- Sujeta bien muebles y electrodomésticos. Parece obvio, pero más de un accidente ha causado su caída así que… ¡evitemos el riesgo!
- Para evitar que los niños se pillen los dedos con las puertas, coloca topes y protectores para impedir que éstas se cierren completamente
- No dejes a la vista objetos pequeños, pilas, mecheros, cerillas… piensa que pueden llevarse a la boca cualquier cosa!
- Con las bolsas de plástico también hay que tener precauciones. Los niños pequeños pueden asfixiarse si meten la cabeza en ellas.
Tu hogar… tu zona segura. ¡Hazla segura también para tu pequeñín!
Porque toda precaución es poca.