Dar el pecho ofrece múltiples beneficios tanto para la madre como para el bebé. Sin embargo, también es habitual que algunas madres enfrenten algunas complicaciones, como irritaciones o heridas.
Puede que te hayas planteado dejar de dar el pecho si has experimentado molestias, dolores o has visto que tienes pequeñas heridas en el pezón.
En nuestro post de hoy te acercamos algunos remedios para aliviar estos síntomas:
- En primer lugar, corregir la postura de la boca del bebé al mamar, de forma que coja todo el pezón y parte de la areola, ya que así el pezón se sitúa en el paladar blando del bebe y no roza tanto con el paladar duro y las encías.
- Se recomienda lavar con agua y un jabón de pH neutro entre 2 o 3 veces al día. Asegúrate de secar bien la zona con papel, o si prefieres, también puedes utilizar una toalla o gasa limpia.
- Como cualquier herida, es importante evitar la humedad para favorecer la cicatrización del tejido.
- Deja los pechos al aire el mayor tiempo posible.
- Aplicar leche materna sobre las grietas del pezón puede ayudar a sanarlos, ya que tiene un poder antiinflamatorio y antimicrobiano. Se puede tener leche extraída en la nevera y aplicarla fría después de la toma. Es importante dejar los pezones al aire una vez limpios para mantener la zona seca, y nunca aplicar aire caliente con el secador.
- Enjuagar el pezón en agua salada para curar las grietas, aunque hay que tener cuidado con la concentración de la sal. Se recomienda usar suero fisiológico o preparaciones de agua de mar hipertónica en espray. Dado que puede dejar sabor salado en el pecho que le moleste al bebé, se recomienda lavar el pezón antes de la toma.
- Aplicar aceite de oliva en las grietas ayuda a la cicatrización.
En resumen:
Hay muchos mitos en torno al tratamiento de las grietas en los pezones y cómo evitarlas. Pero, lo mejor que puedes hacer para evitarlas es asegurarte de que la técnica de lactancia es la correcta.
No te fíes de todo lo que lees en Internet. Mucha información que encontrarás es interesada y mucha no estará respaldada científicamente ni por estudios.
En caso de duda, consulta a un especialista, pero asegúrate de que está especializado en lactancia materna y se ha reciclado recientemente.
Y lo más importante: disfruta de tus momentos de lactancia, de sueños y caricias, con tu bebé. ¡Son únicos e irrepetibles!