¡Ahí van unos cuantos tips que no te debes perder!
Atención con la playa:
El bebé puede ir a la playa, pero ojo, porque los expertos recomiendan no llevarle antes de que cumpla los 6 meses. Los niños pequeños, especialmente los lactantes, son muy sensibles a la radiación solar. Se queman con facilidad y corren riesgo de deshidratarse. Además, aunque estén bajo la sombrilla, la radiación se refleja hasta en un 30% y pueden quemarse con facilidad.
También hay que tener especial cuidado con el horario que elegimos para llevar al pequeño a la playa, evitando las horas centrales del día (11-18h) en las que la radiación solar es mayor y hace más calor.
¡Ojo con la crema solar!
- A los bebés menores de 6 meses no se les debe poner ninguna crema solar, de hecho, se debe evitar la exposición solar de forma prolongada.
- Entre los 6 meses y los 2-3 años, especialmente en los menores de un año optaremos por los filtros físicos/minerales. Suelen ser cremas mucho más espesas y menos resistentes al agua, por lo que hay que repetir más su aplicación.
- En mayores de 3 años se deben utilizar filtros químicos. Deben tener una protección igual o mayor a 30, preferiblemente 50 y ser infantiles. Actúan 20 minutos después de su aplicación y es mejor elegir los que son resistentes al agua.
Ropa fresquita y ligera:
La ropa del bebé en verano debe ser fresca, ligera, holgada y transpirable: los tejidos de algodón y los colores claros son más apropiados. Además, también es fundamental proteger la cabecita del bebé con un sombrerito.
¡Agua, agua y más agua!
No hay que esperar a que los niños pidan agua para dársela. Es importante ofrecérsela de manera frecuente cuando suben las temperaturas. Eso sí, en el caso de bebés menores de 6 meses, no. A los lactantes de menos de 6 meses no se les da agua, lo que toman es leche. Con el calor, los bebés aumentarán la demanda de pecho o biberón y es importante ofrecérselos con frecuencia para evitar el riesgo de deshidratación.
Nunca sol@ en el coche ni en el agua
Ni un par de minutos ni un momentito: nunca se debe dejar a un bebé solo dentro del coche, ni en la playa, ni en la piscina, ni en la bañera.
Cuidado con el aire acondicionado
Es cierto, hace mucho calor, pero poner al bebé bajo el aire acondicionado no es buena opción. Lo recomendable es buscar una temperatura adecuada (22-24 grados), evitar el flujo de aire directo y no ponerlo mientras el bebé duerme: es mejor refrescar la habitación o la estancia antes de que esté el bebé en ella.
¡Sigamos con sus rutinas!
En verano y durante las vacaciones todos solemos cambiar en cierta medida las rutinas y hábitos, pero hay que tener en cuenta que un bebé necesita cierto orden: en la medida de lo posible hay que favorecer que el niño mantenga sus horarios en las tomas, en el sueño y la siesta y es importante llevar de vacaciones sus juguetes habituales, juguetes acuáticos, su cunita, su peluche, etc.
Primer verano con tu bebé… lo recordarás siempre. A remojo, en la sombra y con muchos achuchones. Disfruta cada momento, de cada sonrisa… ¡feliz verano papás y mamás!